¡Y estamos contentos como maracas! De nuevo viviremos unos días de puro cine, 100% rodeados de expertos, periodistas, críticos, actores, directores y demás fauna variopinta que nos quitará horas de sueño pero a cambio nos darán meses de charlas, de anécdotas y de momentos agradables.
Gracias Festival de San Sebastián por dejarnos acudir una vez más. No es nuestra primera vez. Ya estuvimos en la edición del año 2013. En aquella ocasión pudimos hablar con gente como Hugh Jackman, a quien le preguntamos si no estaba aburrido de hacer de Lobezno; con Oliver Stone, que confundió mi voz con la de un amigo suyo y contestaba lo que quería; con Michelle Yeoh, chica Bond conocida por Tigre y Dragón (2000) de Ang Lee, que nos contaba como era difícil que se se cayera porque era bailarina y no karateca. Un servidor tropezó con Terry Gilliams, hablamos con un amabilísimo Vincent Pérez y sufrimos a Albert Dupontel. Casi se me salta el corazón del pecho al hablar con Sandrine Kimberlain y me quedé dormido junto a Carlos Pumares en alguna sala de cine en la sesión nocturna, cosa comprensible tras horas y horas de curre.
La sala de prensa, acogedora y funcional, las charlas con otros periodistas, las risas, las dudas, un ambiente de puro cine, el café gratis y a veces algunos pinchos. San Sebastián volverá a brillar como el plástico del celuloide y ahí estaremos Celuloide Paranoide para contarlo.
Si la tecnología nos lo permite emitiremos vídeo en directo, tuitearemos en vivo, haremos entrevistas personalizadas, contaremos anécdotas, fotografiaremos a personajes de interés y os haremos partícipes de esa gran fiesta del cine que es San Sebastián.
Ahí estaremos y ahí estaréis con nosotros.
Gracias Festival de San Sebastián por dejarnos acudir una vez más. No es nuestra primera vez. Ya estuvimos en la edición del año 2013. En aquella ocasión pudimos hablar con gente como Hugh Jackman, a quien le preguntamos si no estaba aburrido de hacer de Lobezno; con Oliver Stone, que confundió mi voz con la de un amigo suyo y contestaba lo que quería; con Michelle Yeoh, chica Bond conocida por Tigre y Dragón (2000) de Ang Lee, que nos contaba como era difícil que se se cayera porque era bailarina y no karateca. Un servidor tropezó con Terry Gilliams, hablamos con un amabilísimo Vincent Pérez y sufrimos a Albert Dupontel. Casi se me salta el corazón del pecho al hablar con Sandrine Kimberlain y me quedé dormido junto a Carlos Pumares en alguna sala de cine en la sesión nocturna, cosa comprensible tras horas y horas de curre.
La sala de prensa, acogedora y funcional, las charlas con otros periodistas, las risas, las dudas, un ambiente de puro cine, el café gratis y a veces algunos pinchos. San Sebastián volverá a brillar como el plástico del celuloide y ahí estaremos Celuloide Paranoide para contarlo.
Si la tecnología nos lo permite emitiremos vídeo en directo, tuitearemos en vivo, haremos entrevistas personalizadas, contaremos anécdotas, fotografiaremos a personajes de interés y os haremos partícipes de esa gran fiesta del cine que es San Sebastián.
Ahí estaremos y ahí estaréis con nosotros.