Pequeña joya, apta para los paladares más exquisitos, que como suele ocurrir en estos casos, pasó de puntillas por las pantallas de nuestro país. Se trata de ese cine en stop motion, que tantas sorpresas agradables ha dado a los amantes del buen cine, pero alcanza en esta ocasión unas cotas de profundidad y complejidad poco comunes.
Como pasa con las perlas más singulares, encontrarlas es quizás el trabajo más peliagudo.
Por eso damos la bienvenida a Antonio Amaro, nuestro buscador de tesoros particular, para presentaros esta conmovedora historia de la relación entre una joven inadaptada y un hombre maduro con un más que probable síndrome de Asperger. Mary and Max.
A lo largo de mi vida he visto pocas obras maestras absolutas, estallidos solemnes de creación, pero puedo afirmar sin duda que la película de animación escrita y dirigida por el australiano Adam Elliot, “Mary and Max”, es una de ellas.
Perfecta en cada uno de sus apartados: en sus diálogos, en la originalidad de sus escenas, en su conmovedora voz en off, en la construcción de sus inolvidables personajes, en su sencilla pero fascinante historia, en su impecable dirección; todo encaja como el más perfecto y elaborado de los puzzles para crear un todo sublime que trasciende lo meramente argumental para erigirse en verdadera obra de arte.
Si nunca habían oído hablar antes de esta película solo puedo decirles que están de enhorabuena, cómprenla o búsquenla por los recovecos oscuros de Internet y dispónganse a pasar dos horas de puro gozo y trascendencia, quizá no apta para todos los paladares: a pesar de ser una película animada en stop motion no hay princesas, ni enanitos, ni animales parlantes, ni persecuciones aceleradas; solo humor inteligente, angustia existencial con cierto toque de nihilismo y personajes tan reales que es difícil convencerse de que no corre sangre y vida bajo su cubierta de plastilina.
Se me olvidaba, ¿el argumento? Tan sencillo y a la vez tan complejo: la amistad epistolar entre una niña solitaria y un adulto con síndrome de asperger. O, si lo prefieren, cómo dos personas que viven en lados opuestos del mundo se conocen, comprenden, enfadan y perdonan, cómo crecen, en resumen, y se convierten con la ayuda inestimable del otro, en mejores personas. Pues al fin y al cabo esa y no otra es la magia de la vida, la magia del buen cine.
No se la pierdan.
Por Antonio Amaro
Ficha de la película:
Título original: Mary and Max
Año: 2009
Duración: 88 min.
País: Australia
Director: Adam Elliot
Guión: Adam Elliot
Música: Dale Cornelius
Fotografía: Gerald Thompson
Reparto: Animation
Productora: Melodrama Pictures
Género: Animación. Drama. Comedia | Comedia dramática. Amistad. Stop Motion. Claymation (Plastilina). Animación para adultos. Discapacidad. Autismo
Web oficial
http://www.maryandmax.com/
Sinopsis
Primer largometraje de Adam Elliot, ganador de un Oscar con el cortometraje "Harvey Krumpet". Narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York, y una niña australiana de ocho años que vive en los suburbios de Melbourne. (FILMAFFINITY)
Como pasa con las perlas más singulares, encontrarlas es quizás el trabajo más peliagudo.
Por eso damos la bienvenida a Antonio Amaro, nuestro buscador de tesoros particular, para presentaros esta conmovedora historia de la relación entre una joven inadaptada y un hombre maduro con un más que probable síndrome de Asperger. Mary and Max.
A lo largo de mi vida he visto pocas obras maestras absolutas, estallidos solemnes de creación, pero puedo afirmar sin duda que la película de animación escrita y dirigida por el australiano Adam Elliot, “Mary and Max”, es una de ellas.
Perfecta en cada uno de sus apartados: en sus diálogos, en la originalidad de sus escenas, en su conmovedora voz en off, en la construcción de sus inolvidables personajes, en su sencilla pero fascinante historia, en su impecable dirección; todo encaja como el más perfecto y elaborado de los puzzles para crear un todo sublime que trasciende lo meramente argumental para erigirse en verdadera obra de arte.
Si nunca habían oído hablar antes de esta película solo puedo decirles que están de enhorabuena, cómprenla o búsquenla por los recovecos oscuros de Internet y dispónganse a pasar dos horas de puro gozo y trascendencia, quizá no apta para todos los paladares: a pesar de ser una película animada en stop motion no hay princesas, ni enanitos, ni animales parlantes, ni persecuciones aceleradas; solo humor inteligente, angustia existencial con cierto toque de nihilismo y personajes tan reales que es difícil convencerse de que no corre sangre y vida bajo su cubierta de plastilina.
Se me olvidaba, ¿el argumento? Tan sencillo y a la vez tan complejo: la amistad epistolar entre una niña solitaria y un adulto con síndrome de asperger. O, si lo prefieren, cómo dos personas que viven en lados opuestos del mundo se conocen, comprenden, enfadan y perdonan, cómo crecen, en resumen, y se convierten con la ayuda inestimable del otro, en mejores personas. Pues al fin y al cabo esa y no otra es la magia de la vida, la magia del buen cine.
No se la pierdan.
Por Antonio Amaro
Ficha de la película:
Título original: Mary and Max
Año: 2009
Duración: 88 min.
País: Australia
Director: Adam Elliot
Guión: Adam Elliot
Música: Dale Cornelius
Fotografía: Gerald Thompson
Reparto: Animation
Productora: Melodrama Pictures
Género: Animación. Drama. Comedia | Comedia dramática. Amistad. Stop Motion. Claymation (Plastilina). Animación para adultos. Discapacidad. Autismo
Web oficial
http://www.maryandmax.com/
Sinopsis
Primer largometraje de Adam Elliot, ganador de un Oscar con el cortometraje "Harvey Krumpet". Narra la larga amistad por correspondencia entre un cuarentón judío y obeso de Nueva York, y una niña australiana de ocho años que vive en los suburbios de Melbourne. (FILMAFFINITY)