Ataque de los Titanes. ¡Que alguien dispare a los actores!


Que me perdonen los amantes de la reputada serie manga de la que trae origen esta película. Existe todo un universo y su consecuente mercadotecnia basada en esta trama de titanes y humanos en un futuro post-apocalíptico. 

Ante todo, mi respeto a toda esa fauna y flora amante de esta trama, pero por eso mismo, esas personas deberían poner el grito en el cielo por la aberración audiovisual en que han convertido a sus queridos héroes, odiados malvados y demás personajes de Ataque de los Titanes.

El problema no es la fotografía, ni la historia, ni los efectos especiales. Aquí todo es muy correcto. Una lograda ambientación, unas imágenes muy “mangas”, una fotografía cuidada, escenas de mucho impacto, sangre viscosa y consistente manchando la cámara, imágenes para dejar la boca abierta... e interpretaciones actorales para seguir con la boca abierta.



Es en esta parte donde empieza el primer despropósito (sí, hay un segundo despropósito) Los actores son terribles y están “apapostiados”, encajados dentro de sus vestimentas, con unas reacciones inverosímiles, estúpidas, como si les hubieran puesto plomo hirviendo en los pies.

En un post anterior hablaba de las diferencias de actuación propias de países asiáticos, que pueden chocar desde el punto de vista occidental, pero en esta película son ¡malos como la carne del pescuezo!

Mención especial merece la actriz que interpreta al personaje Hanji Zoe. ¡Qué se ha tomado esa mujer! Se pasa sus escenas gritando, con los brazos abiertos como si volara, histérica. Era verla y desear que un Titán de esos se la merendase de un bocado, pero nada, no había suerte.

¿Y la música? ¡Buf! Aquí viene el segundo despropósito. Un batiburrillo de coros masculinos, con guitarras eléctricas y sólo dios sabe qué más. Lo bueno de estos cambios de ritmo es que te sacaban del soponcio con un susto que te permitía seguir viendo la peli otros 5 minutos más.

Alguno se preguntará por qué escribo sobre esta película si no me gustó nada. Pues sí, es para olvidar, pero quiero destacar que sí me gustaron los efectos especiales y la apariencia de los titanes. Además, hay escenas que me recordaron a las peleas de Godzilla, con actores reales peleando en ciudades empequeñecidas para que parezcan que tienen unas dimensiones gigantescas. 

Además, los asiáticos tiene mano para las caras, saben cómo hacer que alguien parezca grotesco con apenas unos cuantos retoques. Aún tengo en mi retina la cara de un titán con los ojos muy separados, como en estado de shock y con una mueca que parecía una sonrisa que no perdía ni durante su muerte. Titanes, por cierto, que aparecían sin genitales, y que sólo se distinguía su sexo por si tenían pechos o no. Lo mejor de la película, sin duda.

Para acabar, decir que se estrenó la 2ª parte el mismo año que la 1ª. Vamos, que se rodaron juntas y que se hizo caja con el trabajo realizado. Sea como sea, esos actores se merecían haber sido devorados por tales bestias descomunales.

Tráiler de la película:



Ficha de la película:

Duración: 1h 39min
Dirigida por Shinji Higuchi
Reparto: Haruma Miura, Hiroki Hasegawa, Kiko Mizuhara,...
Géneros: Acción, Ciencia ficción, Fantasía, Aventura
País: Japón
Sinopsis: Hace 100 años, los Titanes aparecieron en la Tierra, asolando a la humanidad. Estos extraños y gigantescos seres de aspecto humanoide se dedican a cazar personas para comérselas. Por eso, para evitar la extinción de la especie, los supervivientes se vieron obligados a construir enormes muros tras los que esconderse y así evitar convertirse en su alimento. (Fuente: SENSACINE)