El cine como vía de escape de realidades crueles, duras, o simplemente aburridas ¿No os resulta más fácil pensar que todo es posible una vez que se apagan las luces y comienza la película? Dejamos nuestra mente abierta a que nos cuenten, nos convenzan. Hacemos nuestros los planteamientos del director y le dejamos meterse en nuestra cabeza por un par de horas. Mientras en nuestra rutina damos mil vueltas a una cuestión hasta encontrarle la más certera lógica y somos los más escépticos del barrio , dejamos a un lado todo atisbo de racionalidad cuando nos invitan a subirnos a una historia increíble. Damos por buenas las razones más infantiles para creernos las situaciones más fantásticas, los poderes más fabulosos...
Ese, el poder de convertir al escéptico más extremo en una persona ávida de creer posible lo fantástico por unas horas, es la verdadera magia del cine. Para los que os guste el cine fantástico, os proponemos unas buenas películas que están por llegar, y que prometen acercarnos la sensación de tocar lo imposible con la punta de los dedos.
Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (David Yates). Las aventuras de un escritor, interpretado por el siempre interesante Eddie Redmayne, en una comunidad secreta de brujas y magos en Nueva York, 70 años antes de Harry Potter. David Yates fue elegido por los estudios para hacerse cargo del final de la saga del joven mago, por lo que conoce mejor que nadie el universo creado por J.K. Rowling. El guión de la propia Rowling, y un reparto lleno de sorpresas, son sus principales atractivos.
Warcraft. El Origen (Duncan Jones). Parece que sobre la fantasía épica medieval ya esté todo dicho... o no. La adaptación del ultra-famoso videojuego merece el beneficio de la duda. Porque no nos explicamos cómo han tardado tanto en hacerla. Porque la han hecho con todos los recursos necesarios para no hacer el ridículo como con otras míticas sagas (Dungeons & Dragons) Y porque Duncan Jones ya sorprendió a propios y extraños con su personal visión del cine en la muy recomendable Moon (2009). Además, es hijo de David Bowie.
The BFG (Steven Spielberg). A falta de título en español, llamaremos así a la última aventura de Steven Spielberg (Big Friedly Giant). Mezclar a Spielberg con el fantástico es como mezclar vodka con Martini y dárselo a James Bond. Las expectativas del film que narra la sorprendente historia de un gigante nada temible que es aborrecido por los suyos por negarse a comer humanos, son máximas. Sobre todo porque Spielberg cada vez se deja caer menos por el género que le encumbró al Olimpo, y explora otros géneros como el drama o la historia de los E.E.U.U. (y su calidad no se resiente).
El Hogar de Miss Peregrine para Niños Peculiares (Tim Burton) ¿Os imagináis qué pasaría si pusiéramos al frente de la Escuela de Jóvenes Mutantes de los X-Men, en lugar de al profesor Charles Xavier, a la indescifrable Eva Green? ¿Y si dirigiendo del proyecto, en lugar del palizas de Brian Singer, estuviera Tim Burton? Pues eso es más o menos lo que nos promete esta última entrega de la historia sin acabar que es Tim Burton. Irregular a veces, pero plagado de momentos y personajes inolvidables y geniales, con este argumento puede encontrarse en su salsa.
Un Monstruo Viene a Verme (J.A. Bayona). No podía faltar un representante nacional entre las propuestas. La carrera de Bayona hace tiempo que ya no anda por las ramas. Conquistó primero España con El Orfanato, más tarde sorprendió al mundo desde España con Lo Imposible, y ahora llega el consecuencia inevitable, que es tomar el mercado internacional, dirigiendo desde el mismo Hollywood. La historia no trata un argumento demasiado amable ni fácil. Pero moverse en ese terreno resbaladizo en donde otros se hunden, son las señas de identidad de J.A. Bayona. Es capaz de hilar muy fino con esos hilos argumentales como su amigo Guillermo del Toro y crear historias redondas donde otros no sabrían si decidirse por el fantástico, el terror, o el drama. Viene además muy bien acompañado por Liam Neeson y Sigourney Weaver.