"Batman vs Superman": dioses y hombres.


Por robar el fuego a los dioses y entregárselo a los hombres, Prometeo fue condenado a que un águila le devorara el hígado mientras permanecía encadenado en los montes del Cáucaso. Su hígado le volvería a crecer por la noche, para poder repetir el tormento al día siguiente, lo que dada su condición de inmortal, debería suceder por toda la eternidad. Del mismo modo, desconocemos qué tipo de ofensa debió cometer el pequeño Bruce Wayne contra alguna deidad, para tener que sufrir en sus carnes, una y otra vez, el trance de ver como sus padres son asesinados ante sus ojos en algún callejón oscuro.
Los dioses estaban acostumbrados a hacer y deshacer entre los mortales a su antojo, a influir en el destino de las civilizaciones sin rendir cuentas ante nadie, sin asumir las consecuencias de sus actos o los daños colaterales que sus formidables poderes olímpicos ocasionaban entre la humanidad. Sus motivos a veces eran justos y elevados, pero muchas otras eran algo tan mundano como el orgullo, el desengaño o la limpieza de una ofensa. Para contrarrestar semejante desequilibrio de poder, surgieron entre nosotros ciertos individuos que encarnaban las mejores virtudes de los hombres, y si bien no contaban con la fuerza de los inmortales, habían desarrollado habilidades que estaban muy por encima del resto de sus semejantes, con las que podían en ocasiones enfrentarse a sus propios dioses. Desheredados de ellos, comprendían gracias a su naturaleza humana las consecuencias de la indolencia de los habitantes del Olimpo, y así surgieron los, Perseo, Teseo,  Aquiles o Heracles (quien devolvió el favor a Prometeo liberándolo de su cautiverio).  Su misión: recordar a los inmortales que incluso para ellos, creerse por encima del Bien y del Mal tiene sus consecuencias... (PUEDE CONTENER INFORMACIÓN REVELADORA)





Las escenas que abren las películas del director Zack Snyder suelen ser inolvidables como Watchmen (2009), pero en esta ocasión la emplea para explicar los orígenes del hombre-murciélago (collar de perlas desparramado incluido), lo que no aporta nada a nadie a estas alturas de culturilla sobre superhéroes. Pero una vez comenzada la película nos encontramos con sorpresas agradables: Zack Snyder convierte en franquicia las mejores virtudes que introdujo en el género Cristopher Nolan en su ya mítica trilogía de El Caballero Oscuro. Al igual que J.J. Abrams en Star Wars Ep. VII, olvida muchas de sus influencias para no estropear lo que ya funcionaba, Zack Snyder prescinde de muchas de sus cualidades exhibidas en 300 ó Watchmen, para abrazar el camino que abrieron el dúo Cristpher Nolan-Christian Bale. Está claro que el gigante Warner-DC tiene que diferenciarse de la todopoderosa alianza formada por Marvel-Disney y su mayúscula apuesta por Vengadores. Para ello debe presentar sus propias armas, sus propias virtudes con las que ganarse a sus incondicionales. Marvel apostó por el espectáculo, por la acción desatada y gigantesca, por el gag cómico... El Caballero Oscuro (2008) abrió un camino, quizá no tan espectacular, ni gigantesco, pero que dirigida a un público quizá más adulto, encontró un reconocimiento por su calidad impensable hasta entonces para una película de superhéroes. Pero es precisamente cuando el director de Batman vs Superman intenta ser Cristopher Nolan, cuando la cinta airea sus puntos más flojos: el ritmo se hace en ocasiones denso, los argumentos que nos proponen no enganchan, la tensión no llega los niveles que logra el director de Interestellar. Hay demasiadas secuencias oníricas que se vuelven algo confusas, y demasiadas escenas ante lápidas solitarias mientras la banda sonora de Hans Zimmer pasa inusualmente desapercibida. Por contra, el verdadero punto fuerte de Snyder, su apabullante riqueza visual, queda desbloqueada en determinados momentos consiguiendo imágenes realmente espectaculares, llenas de fuerza creativa, abriéndose paso a través del corsé de oscuridad que oprime toda la película.
El rostro de Henry Cavill ya se asocia por completo al de Superman. Olvidar a Brandon Rough no es difícil, pero no hay que quitarle mérito al chico. La tarea de Ben Affleck es totalmente distinta. Si nos acercamos a la historia pretendiendo hacer una comparación entre el Batman de Ben Affleck y el de Christian Bale, planteamos una batalla que Affleck nunca puede ganar. Sin embargo, si nos despojamos de todo tipo de prejuicios respecto a Ben Affleck, nos encontramos con un Batman bastante creíble, sorprendentemente violento, y físicamente enorme. Es como si Affleck hubiera ingerido uno por uno a todos sus predecesores en el papel, pero claro, si queremos hacer verosímil el enfrentamiento entre el hombre-murciélago y el hombre de acero, necesitamos un Batman XXL. Jesse Eisenberg dibuja un Lex Luthor distinto, inquietante hasta el extremo. Por primera vez no se trata de un criminal más o menos brillante, capaz de vender su alma al diablo si esto le supone un buen rendimiento económico. Este Luthor tiene unas motivaciones puramente idealistas, aunque se traten de las ideas de una mente tan brillante como enferma. Mención especial merecen los avances que se dejan ver de la super-película que se cierne, La Liga de la Justicia, y en medio de todos ellos el último diamante en bruto procedente de Israel: Gal Gadot como Wonder Woman.
Pero ¿Existe realmente un combate entre Batman y Superman?¿Cómo puede verse creíble un enfrentamiento entre un dios y un simple mortal sin que el primero aplaste al segundo como una mosca? Pues este es el mejor hallazgo del film, primero hay un enfrentamiento dialéctico entre Clarck Kent y Bruce Wayne que no tiene desperdicio. Es de las pocas concesiones cómicas que se toma la película: "En Gotham no tolerarían a Superman. Por experiencia desconfiamos de los hombres que se visten de payasos". Uno a cero para el murciélago en ironía. Pero ¿puede hacer frente la carne al acero?  Sí puede, merced a acertadas y maquiavélicas proposiciones de los guionistas, y a la propia naturaleza de los dos oponentes. Superman nunca ha tenido que temer a un adversario en este mundo, se sabe inmortal e invulnerable, y esa desproporcionada desigualdad le lleva a vencer de una manera limpia y noble, es el jugador que espera a que el portero esté preparado antes de lanzar un disparo. Batman es fieramente humano y conoce las debilidades de su rival, se aprovecha de ello y no duda en patear donde más duele, en tirarse al suelo para confundir al árbitro, si con ello consigue llevar al adversario a su terreno, colocarlo exactamente donde quiere. Ganar sea como sea en un vis a vis épico.
Y en semejante lucha de héroes ¿por cuál tomar partido?¿cómo distinguir al bien del mal, cuando ambos representan la esperanza para los más débiles? No se trata de a quién preferimos, nos toca apoyar a Batman. No sé si es mejor o peor, pero es de los nuestros, tenemos que ir con el humano.


Publicado por Paranoide.

Ficha de la película:

Título original Batman v. Superman: Dawn of Justice
Año: 2016
Duración: 153 min.
País: Estados Unidos
Director: Zack Snyder
Guión: David S. Goyer, Chris Terrio (Historia: David S. Goyer, Zack Snyder)
Música: Hans Zimmer, Junkie XL
Fotografía: Larry Fong
Reparto: Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams, Jesse Eisenberg, Gal Gadot, Diane Lane, Laurence Fishburne, Jeremy Irons, Holly Hunter, Scoot McNairy, Callan Mulvey, Tao Okamoto, Brandon Spink, Lauren Cohan, Michael Shannon, Hugh Maguire, Jason Momoa, Ezra Miller, Ray Fisher
Productora: Warner Bros. Pictures / DC Entertainment / Dune Entertainment
Género: Fantástico. Acción. Ciencia ficción | Superhéroes. Cómic. DC Comics.
Sinopsis:
Ante el temor de las acciones que pueda llevar a cabo Superman, el vigilante de Gotham City aparece para poner a raya al superhéroe de Metrópolis, mientras que la opinión pública debate cuál es realmente el héroe que necesitan. El hombre de acero y Batman se sumergen en una contienda territorial, pero las cosas se complican cuando una nueva y peligrosa amenaza surge rápidamente, poniendo en jaque la existencia de la humanidad. FILMAFFINITY)