"Deadpool". Parece Spiderman, pero en realidad es Torrente.

Deadpool es la película que está arrasando en taquilla. Llega con el aura de ser la producción de superhéroes más transgresora rodada nunca, con alguna crítica que ya la coloca sin pudor entre los clásicos del género ¿Me habré equivocado de película?¿Hay otro Deadpool y yo me fui a ver el malo?
Me temo que no, la apertura de la película deja bien a las claras que nos hallamos ante una trabajo de gran presupuesto: la escena de los títulos de crédito es un ejercicio de virtuosismo técnico, un plano centrado en un pequeño objeto (una bala) que se va abriendo mientras la cámara da giros de 360º y nos desvela un encuadre espectacular. La película promete... pero estos fuegos de artificio nos revelan ya desde el principio una de las mayores carencias del film: no sabe cuándo parar. Es una película perfecta para envolver y vender en un trailer de dos minutos y medio, donde la transgresión y la salida de tono mantienen secuestrada la atención. Pero pretender defender una película completa con las mismas armas, es misión imposible, hasta para un superhéroe indestructible como Deadpool.




En la genial Los Caballeros de la Mesa Cuadrada y su Locos Seguidores (T.Gilliam, T. Jones, 1975) los Monty Phyton ya utilizaron el recurso de los títulos de crédito cómicos, pero éstos solo comenzaban a decir tonterías hacia el final de la intro. Pero Deadpool comienza ya con chistes, antes incluso de haber empezado, presentando al reparto como "una tía buena" o "un villano británico", que tiene su gracia al segundo o al tercero, pero cuando ocupa la totalidad de la escena, tienes la sensación de que la broma estirada resta credibilidad a una introducción que no necesitaba de distracciones para ser espectacular. A partir de ahí la película baja al mundo real, mejor dicho al vulgar. Nos movemos entre el chiste soez y la referencia escatológica, que le acerca más a la serie Scary Movie que al universo Marvel. Aunque su traje nos recuerde a Spiderman, está más cerca de nuestro Torrente. Pero a Santiago Segura, a parte de haber creado un género nos guste o no, se le  ve metido en la piel de Torrente de una manera natural, a veces demasiado natural... En Deadpool los deseos de ofender  y salirse de la norma son tan explícitos, y lo son durante toda la película, que la convierten en una historia predecible por su necesidad de ofender en cada momento del metraje. Sin descanso. Pero su naturaleza transgresora no está en la forma de contar la historia ni en los orígenes del personaje.  El argumento está manido hasta la saciedad en el mundo de los superhéroes, no solo de Marvel. El director introduce una serie de giros en la narración a modo de flashbacks para refrescar la historia de cuando en cuando, pero que su único propósito es encubrir un planteamiento que si fuera contado de un modo lineal, quedaría puesto en evidencia por lo simple y poco original. El argumento transgresor de Deadpool es el siguiente: "caca-culo-pedo-pis", es el ingrediente estrella con el que pretenden que funcione cualquier situación, y lo sirven en cantidades industriales. Algún punto bueno se cuela entre semejante lluvia de verborrea, casi todos coinciden con la capacidad de Ryan Reynolds de reírse de si mismo, de sus anteriores intentos fallidos de convertirse en superhéroe, o de sus comparaciones con Hugh Jackman. Es divertido, pero uno no va al cine solamente a ver a un actor reírse de si mismo, espera que le proponga algo. Parte de la culpa puede que la tenga la traducción de la versión original (imaginaos a Torrente traducido a otra lengua), muchos de los gags seguro perdieron su gracia, si alguna vez la tuvieron, en el camino del inglés al castellano, del mundo anglosajón al mediterráneo o latino. La ruptura de la cuarta pared, tan infrecuente y novedosa en el cómic, pasa completamente desapercibida cuando adaptamos al cine.
 Mención aparte merece Moreena Baccarin. Lo de "una tía buena" anunciado en los títulos de crédito es tristemente premonitorio, supone un enorme desperdicio de talento que esta actriz, que es uno de los rostros más prometedores de Hollywood, se embarque en un personaje de esta naturaleza. De nuevo la necesidad de desmarcarse de lo convencional se queda en el envoltorio, la novia de Deadpool es una prostituta y en consecuencia su relación será sexualmente desinhibida (sus conversaciones no tratan de otra cosa), a partir de ahí, el personaje es más plano que el Juez Dredo, es una mujer florero de bandera, aunque el florero esté rematado con un par de tibias y una calavera.
Y en el combate final, nos encontramos mucho más pendientes de lo que les ocurre a los ayudantes de Deadpool, que de la suerte del villano y del protagonista, lo cual es muy sintomático. Igual de sorprendente resulta porqué Deadpool no puede moverse de un punto "a" a un punto "b" sin dar diez saltos mortales con tirabuzón.  Aún así, se puede considerar que uno no ha perdido el tiempo y el dinero, si va sobre aviso de ver un puro entretenimiento (eso sí, irritante y adolescente), y no una pieza para adultos con ínfulas de reinventar el género. Porque en medio de todo, sí hay cosas que funcionan, como Coloso... aunque vaya, es el único personaje creado totalmente por ordenador.



Publicado por Paranoide.

Ficha de la película: 
Título original: Deadpool
Año: 2016
Duración: 106 min.
País: Estados Unidos
Director: Tim Miller
Guión: Rhett Reese, Paul Wernick (Personajes: Rob Liefeld, Fabian Nicieza)
Música: Junkie XL
Fotografía: Ken Seng
Reparto: Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, Gina Carano, T.J. Miller, Rachel Sheen, Brianna Hildebrand, Paul Lazenby, Sean Quan, Ben Wilkinson, Naika Toussaint, Olesia Shewchuk, Kyle Cassie, Style Dayne, Fabiola Colmenero, Stan Lee
Productora: Marvel Enterprises / Marvel Studios / 20th Century Fox
Género: Acción. Fantástico. Comedia | Superhéroes. Marvel Comics. Cómic. Spin-off
Sinopsis: Basado en el anti-héroe menos convencional de la Marvel, Deadpool narra el origen de un ex-operativo de la fuerzas especiales llamado Wade Wilson, reconvertido a mercenario, y que tras ser sometido a un cruel experimento adquiere poderes de curación rápida, adoptando Wade entonces el alter ego de Deadpool. Armado con sus nuevas habilidades y un oscuro y retorcido sentido del humor, Deadpool intentará dar caza al hombre que casi destruye su vida. (FILMAFFINITY)