Esta entrada nos
es más que una excusa para dejar constancia de algunas reflexiones personales
sobre los terribles y recientes acontecimientos que nos está tocando vivir. Me
refiero a los atentados en París y otros que han sucedido previamente en
Europa, así como los que, por desgracia y seguramente, sucederán.
Afortunadamente
pude cambiar de canal, mi fiel mando a distancia me transportó a otra realidad
más dulce. Sin embargo, mi alma y mi cabeza se habían quedado atrapadas en
aquella pesadilla de las calles de París. Y como este es un blog sobre lo
audiovisual, empecé a trazar paralelismos con algunas obras de ficción.
El juego comparativo que no podía sacar de mi mente fue el realizado con la película “El tiempo en sus manos” (“The Time Machine”, 1960). La
película está basada directamente en la novela homónima de H. G Wells, en la que un brillante científico construye un vehículo que le permite viajar a través del tiempo.
En
uno de sus viajes, llega hasta el ¡siglo 8028! de nuestra era y se encuentra con
una situación aparentemente idílica. Por un lado, están los “eloi”: seres
humanos rubios, bien formados, con una imagen estereotipada de perfección.
Disfrutando de frutas y alimentos sanos en un entorno natural y saludable, en
donde las risas, el amor libre y demás placeres corren a raudales.
Pero, a poco que
escarba en esa sociedad, da con otro tipo de personajes, los “morlock”. Seres
que habitan un inframundo oscuro, deformes, con fobia o intolerancia a la luz,
violentos y carnívoros. Entre ambos, se había establecido una especie de
acuerdo tácito, el pago que hacían los “eloi” a los “morlock” por mantener su
nivel de vida era entregar a algunos de los primeros como alimento para los
segundos sin oponer resistencia.
Volvemos a la
triste realidad. No resulta difícil establecer un paralelismo entre nuestra
sociedad embriagada de placeres y los “eloi”, así como entre las múltiples
amenazas a nuestro estilo de vida y los “morlock”.
Domesticados por
décadas de progreso y sentido de la civilización, urbanidad, buen gusto, etc. nos
hemos abandonado a una vida hedonista, en donde la muerte, el dolor y el horror
son elementos ajenos a la sociedad actual, al menos en su día a día. Y cuando
se presentan, de manera tan injusta y despreciable, apenas sabemos cómo actuar o
lloramos como niños pequeños exigiendo que sean otros los que ajusten las
cuentas a aquellos que nos hacen sufrir.
Decía Pérez
Reverte durante la presentación de su libro “La Guerra Civil contada a los
Jóvenes”: "Estoy convencido de que hemos dejado en manos de otros la
responsabilidad de protegernos. Europa está indefensa."
Pues bien, en esa
misma línea y volviendo a la película que nos ocupa, el viajero del tiempo,
asombrado por este comportamiento, intenta avivar en los “eloi” la llama de la
lucha, les insta a que se defiendan y que no permitan ese atropello a su forma
de vida. Ellos, adormilados socialmente, apenas entienden su mensaje y al
final… no sigo más.
Alguno podrá
iniciar el debate que antes de ser “eloi” fuimos nosotros los “morlock”. Es
posible, pero son esos debates envenenados, más propios de barra de bar, en los
que nunca se llega a un acuerdo y se acaban ofuscando sus participantes.
Creo sinceramente
que la defensa de los derechos y libertades que nos son propias, es un trabajo
constante y diario porque, aunque no lo parezca, existen múltiples ataques a
nuestro estilo de vida, algunos sonados y estremecedores, como los que nos está
tocando vivir con horrible regularidad; otros discretos y sutiles, minando
nuestra parcela de libertad, modificando poco a poco nuestras costumbres,
contaminando nuestra percepción de la realidad mediante un exacerbado uso de la
tolerancia, interpretada ésta erróneamente como un don cuando realmente es una
obligación externa impuesta por la sociedad que nos rodea.
Tráiler de la película:
Ficha de la película:
Título original:
The Time Machine
Año: 1960
Duración: 103
min.
País: Estados
Unidos
Director: George Pal
Reparto: Rod Taylor, Alan Young, Yvette Mimieux, Sebastian
Cabot, Tom Helmore, White Bissell, Doris Lloyd
Sinopsis: Inglaterra,
1899. Un científico construye un vehículo que le permite viajar a través del
tiempo. Con él emprende un alucinante viaje a través de los siglos y es
testigo, entre otros acontecimientos, de la Segunda Guerra Mundial y de un
holocausto atómico en 1966, del que sale ileso. Su último destino es un
paradisíaco lugar del futuro, cuyas gentes viven en el año 802.701, donde le
tocará vivir una increíble aventura. (Fuente: FILMAFFINITY)