Vamos a empezar mencionando la sinopsis de esta película
sueca del año 2014: Una familia pasa las vacaciones de invierno en los Alpes.
El sol brilla y las pistas están magníficas, pero mientras comen en un
restaurante, se produce una avalancha que asusta a los clientes. La madre llama
a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, pero él ha huido para
salvar su vida y su iPhone. La avalancha se detiene delante del restaurante,
sin ocasionar daños, pero el universo familiar ya se ha resquebrajado.
La imagen que acompaña a este artículo es exactamente el
momento de la avalancha y el instante crítico en que la confianza familiar
también se ve dañada.
A partir de ahí tenemos una interesante película con unas
bellísimas escenas de los entornos montañosos, con coreografías de máquinas
quitanieves, motos de nieve, remontes y demás cosas móviles. Sumado a todo ello una intensa banda
sonara en la que destaca las Cuatro Estaciones de Vivaldi acompañado de la percusión
que aportan las constantes explosiones que se ven durante el metraje para
provocar avalanchas controladas, avalanchas tanto de nieve como de emociones.
Dice el Huffington Post que es una comedia y no puedo estar
más en desacuerdo. No hay tal comedia, sino un drama de proporciones familiares
en donde están en juego mucho más que los sentimientos de pareja, también las
relaciones hombre – mujer, la respuesta de los instintos, el análisis de la
persona que somos y de la que quisiéramos ser, el destrozo desde la base de
nuestras certezas y rutinas que hace que nos cuestionemos cada aspecto y
segundo de nuestra vida.
Es una película sueca y, como tal, tienen esa forma de
defender las cosas con unos diálogos quizá demasiado civilizados. Siempre me ha
llamado la atención esos matrimonios de cine que a pesar de llevar años juntos,
con hijos criados, se hablan como si se conocieran ayer, intentando no
ofenderse de forma exquisita el uno al otro. Creo que si tuvieran un carácter
más latino el argumento se resumiría en una buena bronca y la peli no
necesitaría una hora 59 minutos de duración, con 15 minutos hubiera llegado.
Otra curiosidad, es la participación del actor Kristofer
Hivju, el salvaje de más allá del muro del norte, Tormund Giantsbane, en la
serie Juego de Tronos (2013). Ése que en la última temporada se enfrenta a los
muertos en Casa Austera. Llama la atención ver a un “salvaje” con ropa
deportiva, cenando y conversando delicadamente. Tras cada segundo de él en
pantalla se me hacía raro no verle sacar una espada del tamaño de Pamplona y
destripar a toda la compungida familia sueca protagonista. Y se acabó todo el
lío y toda la filosofía. ¡Ea!
En Derecho, la fuerza mayor es una circunstancia que, por no
poder ser prevista o evitada, imposibilita absolutamente para el cumplimiento
de una obligación. Ver esta película no es una obligación, pero debería.
Un
gustazo.
Tráiler
de la película
Ficha
de la película
Título original: Turist
Año: 2014
Duración: 120 min.
País: Suecia
Director: Ruben Östlund
Reparto: Johannes Kuhnke, Lisa Loven Kongsli, Vincent
Wettergren, Clara Wettergren, Kristofer Hivju, Fanni Metelius, Karin Myrenberg,
Brady Corbet, Johannes Moustos, Jorge Lattof, Adrian Heinisch, Michael
Breitenberger
Sinopsis: Una familia pasa las vacaciones de invierno en los
Alpes. El sol brilla y las pistas están magníficas, pero mientras comen en un
restaurante, se produce una avalancha que asusta a los clientes. La madre llama
a su marido para que la ayude a salvar a sus hijos, pero él ha huido para
salvar su vida. La avalancha se detiene delante del restaurante, sin ocasionar
daños, pero el universo familiar ya se ha resquebrajado. Tomas buscará
desesperadamente recuperar su lugar de padre de familia. (Fuente: FILMAFFINITY)